Agradecimientos

A Asun, por animarme, por no quejarse, por confiar a ciegas, por aceptar sin entender, en fin...

A papá, por los libros, y por las sendas que trazó.

A mamá, por no cercenar esas sendas, y por una entrega sin compensación posible.

Al mundo que tengo de los ojos hacia dentro. Es mi verdadero mundo.